He visto ojos,
que son ventanas,
enseñarme paisajes
maravillosos.
He visto a la felicidad
brillar en ellos
y bailar con el corazón
fuera del pecho,
así como abrazando
la vida.
He visto ojos,
que son ventanas,
llorar sin freno
Para sacarle brillo
a los cristales sucios,
esos que, si no limpias,
te ciegan
y no te dejan ver
la magia que se esconde
en el desván;
y a oscuras,
nadie se atreve
a verla.
He visto en esos ojos,
que son ventanas,
la vela que nos falta
para iluminar el mundo.
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