lunes, 25 de septiembre de 2017

El día en que la libertad vino a verme

En algún lugar de aquel bosque
encantado
se me paró el reloj, 
y apenas me di cuenta 
de lo tarde que se había hecho 
cuando apareciste de la nada. ¿Recuerdas?
De repente 
me vi pequeña 
entre aquellos troncos de bambú 
y quise colgarme de ellos 
como un koala. 
Pero, en su defecto, 
me colgué de ti. 
Te gustará saber que lo recuerdo 
a menudo. 
Cuando los paisajes son verdes 
y los días soleados;
cuando mis ojos 
te buscan 
en el color verde esperanza 
y se me aceleran los pies 
y los latidos;
cuando la vida te susurra que me pienses. 
Piénsame
para que exista(n), esos castillos de arena 
que construíamos juntos 
donde rompían las olas 
y las palabras 
mientras nos arreglábamos los miedos
que nos habían contado.


lunes, 18 de septiembre de 2017

En blanco y negro



Me queda la palabra,

pero limita la esencia,

se deshace y muere en tus labios

para no volver.

Me queda la palabra,

pero etiqueta,

mide,

encierra y limita.

Pues

ya ves,

me queda la palabra,

pero quizá

no nos entienda.

Y luego, me quedan tus ojos,

que la desnudan,

traducen,

liberan... ¿Y si los cierras?

El todo o la nada;

el blanco y el negro.

domingo, 10 de septiembre de 2017

[Nadando entre dualidades]

Frágiles,
somos tan frágiles,
que nos cabe la fragilidad en una mano.
Si apretas un poco
puede que se rompa
aquello que ocultabas.
Quizá, tú te rompas con ello.
Es tan fácil que pase,
tan fácil romperlo,
que podría asustarnos.

O puede que la tristeza,
paradójicamente,
nos haga sonreír.

Romper(se)- arreglar(se). (Re)componer(se). Así,
con otra partitura,
Con otra musicalidad.

Suena bien.